Déjame recorrer tu cuerpo, dibujar tu silueta con mis manos, brindarte de esas caricias que tanto ansias y que no pueden darte.
Deja que mis palabras rosen tu piel y sientas como te estremeces ante ellas, el ver como reaccionas al musitar en tu oído aquellas frases que no pueden decirse y que solo tu puedes escuchar.
Quiero que me dejes beber de tu elixir y morir extasiada en tus brazos guiándome a la gloria, donde tantos quisieran estar pero muy pocos logran llegar.
El poder imaginar como un escalofrió recorre tu ser al compás del eco de mi voz y envolvernos en esa locura llena de pasión y deseo.
Por unos instantes seremos, un solo cuerpo, una sola alma, dos amantes que se dejan guiar por el amor que se profesan mutuamente dejando de ser dos entes en la faz de la tierra para fundirse y volverse uno solo.